Comenzaremos precalentando el horno a 180° C, y mientras nos coge temperatura, forraremos con la pasta brisa, un molde para tartas, cubriendo el fondo previamente con papel de horno, y añadiendo encima de la pasta brisa, unas legumbres secas, para que hagan de peso, y no se nos hinche la masa con la cocción.
Seguidamente, hornearemos la pasta brisa durante diez minutos, y una vez transcurrido ese tiempo, retiraremos el molde del horno, quitando las legumbres, y el papel de horno, para volver a hornear la pasta dentro del molde, hasta que veamos que empieza a dorarse por los bordes, momento en el cual, la retiraremos del horno, y la dejaremos enfriar, pero sin desmoldar.
Lo siguiente que haremos, será exprimir tres naranjas, hasta obtener unos 150 ml. de zumo aproximadamente. A continuación, verteremos este zumo en un cuenco amplio, y añadiremos la piel lavada y rallada de una de las naranjas, junto con el azúcar, y los huevos, y batiéndolo todo enérgicamente durante tres minutos.
Seguidamente, añadiremos en el cuenco la nata líquida para montar, y volveremos a batir todo de nuevo, durante un par de minutos más. Cuando ya tengamos lista esta crema, la verteremos sobre la tarta ya fría, y la introduciremos de nuevo en el horno, dejándola cocer entre quince y veinte minutos, hasta que veamos que el relleno está ya cuajado. En ese momento, retiraremos la tarta del horno, la dejaremos enfriar unos minutos, y la desmoldaremos con cuidado.
Unos minutos antes de servir nuestra tarta de naranja, espolvorearemos por la superficie tres cucharadas de azúcar, y la quemaremos con una pala especial, o con un soplete de cocina. Finalmente, decoraremos nuestra tarta con unos gajos de la naranja que nos queda, colocados en el centro a modo de decoración, pero retirándoles cualquier resto de pielecilla blanca, para que no amargue, antes de presentar a la mesa.