Comenzaremos dorando los solomillos por todos los lados, en una sartén con un poco de aceite de oliva, y cuando los tengamos listos los retiraremos, los salpimentaremos, y los reservaremos. Seguidamente, pelaremos las cebollas, las picaremos y las rehogaremos en el mismo aceite donde hemos dorado los solomillos, durante doce minutos.
Seguidamente, añadiremos a la cebolla, los ajos picados, la canela, la hoja de laurel lavada, las almendras picadas, la ramita de perejil, y un poco de sal y pimienta. Lo mezclaremos todo bien, y lo dejaremos que se nos cocine todo durante otros cinco minutos más.
A continuación, pondremos los solomillos en una fuente apta para el horno, añadiremos el sofrito de cebolla y el resto de los ingredientes, verteremos el caldo de verduras por encima, y asaremos los solomillos durante veinte minutos, a 180° C, con el horno precalentado previamente.
Una vez transcurrido el tiempo de la cocción, retiraremos la fuente del horno, cortaremos los solomillos en rodajas, y lo serviremos en platos individuales, con la salsa de la cocción, y unos brotes de ensalada para acompañarlos.