Comenzaremos precalentando el horno a 180° C, y mientras nos coge temperatura, forraremos cuatro moldes individuales con la pasta brisa, previamente untados con mantequilla. Seguidamente, pincharemos la base de los moldes donde tenemos la pasta colocada, con un tenedor, para que no se nos hinche durante la cocción.
A continuación cubriremos los moldes con papel de aluminio, y colocaremos dentro, en la base de los mismos, unas cuantas legumbres secas. Seguidamente, hornearemos los moldes durante doce minutos, tras los cuales, retiraremos las legumbres y el papel de aluminio, para volver a hornear los moldes otros cinco minutos más.
Lo siguiente que haremos, será prepara la crema pastelera, para lo cual disolveremos en un cuenco la fécula de maíz, junto con un vaso de leche, añadiendo también las yemas, y mezclándolo todo muy bien. Seguidamente, pondremos en un cazo al fuego el resto de la leche, junto con el azúcar, la canela y la corteza del limón, y lo llevaremos a ebullición. Cuando veamos que hierve, retiraremos el cazo del fuego, y quitaremos la ralladura del limón y la canela.
A continuación, verteremos poco a poco en el cazo, la mezcla de leche y yemas que teníamos en el cuenco, sin dejar de remover en ningún momento, y volveremos a poner el cazo al fuego, dejándolo cocer todo hasta que veamos que la crema espesa.
Una vez lista la crema pastelera, la retiraremos del fuego, y la dejaremos enfriar durante media hora. Seguidamente, prepararemos el caramelo, para lo cual pondremos el azúcar junto con el agua en un cazo, y lo dejaremos cocer a fuego suave durante cuatro minutos, sin dejar de remover.
Una vez transcurrido ese tiempo, retiraremos el cazo del fuego, y lo reservaremos. Seguidamente, rellenaremos las tartaletas con la crema pastelera, colocando encima unas rodajas de kiwi, y pincelado todo con el caramelo que acabamos de preparar.