Comenzaremos despuntando el calabacín, lavándolo, y cortándolo a lo largo en láminas con la ayuda de una mandolina. Seguidamente, blanquearemos las láminas de calabacín, sumergiéndolas durante dos minutos en un cazo con agua hirviendo, y pasándolas a continuación por agua fría. Una vez listas las láminas, las escurriremos y las reservaremos.
Lo siguiente que haremos, es cocer el arroz en una olla con agua hirviendo y un poco de sal, durante un cuarto de hora, hasta que lo tengamos al dente. Una vez listo, lo refrescaremos pasándolo por el agua del grifo, y lo escurriremos.
A continuación, pelaremos la cebolla, la zanahoria, y lavaremos el pimiento y los tomates. Seguidamente, cortaremos todos estos ingredientes en daditos, los pondremos en una ensaladera, añadiremos la rúcula lavada y picada, el arroz, y lo mezclaremos todo bien. Lo siguiente que haremos, será aliñar todo con aceite, vinagre y sal.
A continuación, forraremos un molde rectangular con film transparente, y a continuación con las láminas de calabacín, de forma que sobresalgan los extremos de las láminas, por fuera del molde. Seguidamente, rellenaremos el molde con la ensalada de arroz, doblando hacia adentro las láminas de calabacín que sobresalían del molde.
Una vez listo, lo desmoldaremos con cuidado, y lo dejaremos reposar en la nevera, hasta el momento de servir nuestro pastel frío de calabacín y ensalada de arroz a la mesa.