Comenzaremos descongelando la masa quebrada, cortando los dos dientes de ajo en láminas, y limpiando las cebolletas, para cortarlas a continuación en rodajas.
Seguidamente, una vez descongelada la masa, la extenderemos sobre una superficie plana, y cortaremos ocho círculos con la ayuda de unos vasos anchos. A continuación, los colocaremos en moldes de metal individuales, encima de una fuente apta para el horno, y los pincharemos por varios sitios con la ayuda de un tenedor.
Lo siguiente que haremos, será introducir la fuente en el horno precalentado a 200° C, y la dejaremos durante un cuarto de hora, hasta que tengamos la masa lista, que ya habrá adoptado forma de tartaletas.
Seguidamente, picaremos el perejil, y sofreiremos los ajos durante dos minutos, en una sartén con dos cucharadas de aceite. Cuando ya tengamos listos los ajos, los retiraremos, y añadiremos los pimientos troceados, salteándolos durante cuatro minutos, sin dejar de remover.
Una vez transcurrido ese tiempo, retiraremos los pimientos y los reservaremos. Lo siguiente que haremos, será saltear la cebolleta durante dos minutos, y a continuación añadiremos nuevamente los ajos, los pimientos, y el perejil picado. Salpimentaremos todo esto, y le daremos unas vueltas al fuego, hasta que lo tengamos listo.
Seguidamente, añadiremos el salteado de pimientos en las tartaletas una vez desmoldadas, y añadiremos los huevos de codorniz que habremos frito previamente, por encima del salteado. Sazonaremos con un poquito de sal todo, y presentaremos las tartaletas a la mesa.