Comenzaremos la noche anterior, lavando bien el bacalao y dejándolo en remojo en agua. Al día siguiente por la mañana, le cambiaremos el agua dos veces más, antes de utilizarlo en nuestra receta. De esta forma conseguiremos desalar en gran parte el bacalao.
Cuando vayamos a preparar la receta, batiremos los huevos en un cuenco amplio, junto con un poco de sal, añadiendo también dos cucharadas de salsa de tomate, la leche, y el cebollino y el perejil picaditos, y lo mezclaremos todo muy bien.
A continuación, cortaremos el pimiento en dados, y lo sofreiremos en una cazuela con un poquito de aceite, durante dos minutos. Seguidamente, añadiremos el bacalao cortado en tiras, y lo saltearemos un minuto. Una vez transcurrido ese tiempo, añadiremos la mezcla de huevos que teníamos en el cuenco, lo mezclaremos todo bien, y dejaremos que se nos haga hasta que el huevo cuaje, removiendo constantemente.
A continuación, cortaremos cada rebanada de pan de pueblo en dos trozos, colocaremos el revoltillo encima, y lo presentaremos en platos individuales. Finalmente, decoraremos los platos con el resto de la salsa de tomate, antes de presentar el revoltillo a la mesa.