Comenzaremos limpiando las sardinas, retirándoles la cabeza, las vísceras y las espinas. Cuando las tengamos limpias, las cortaremos de tal forma que de cada sardina obtengamos dos filetes, y las reservaremos.
Seguidamente, pelaremos y cortaremos las patatas en rodajas de medio centímetro de grosor aproximadamente. Lo siguiente que haremos, será untar una bandeja apta para el horno con un poquito de aceite, y formaremos una base con las rodajas de patata, y las cebollas cortadas en juliana. A continuación salpimentaremos todo, cubriremos la bandeja con papel de aluminio, y hornearemos las patatas durante veinticinco minutos, a una temperatura de 160° C, con el horno precalentado.
Mientras se nos hacen las patatas, cortaremos los pimientos en tiras, y los saltearemos en una sartén con un poco de aceite, y los tres dientes de ajo picaditos, salpimentando todo. Cuando ya tengamos listo el pimiento, retiraremos la sartén del fuego, y añadiremos una cucharada de perejil picadito.
A continuación, colocaremos un trozo de pimiento dentro de cada filete de sardina, lo enrollaremos sobre sí mismo, y lo pincharemos con un palillo, para que no se nos deshaga el filete. Haremos esta misma operación, hasta acabar con todas las sardinas. Seguidamente, hornearemos las sardinas rellenas de pimiento durante ocho minutos, con el horno precalentado a una temperatura de 190° C.
Cuando ya tengamos listas las sardinas, y las patatas que hemos horneado, lo serviremos todo en platos individuales, colocando una base de patatas y cebollas, y encima las sardinas rellenas de pimiento. Finalmente esparciremos por encima, el resto del perejil picadito, antes de presentar a la mesa.