Alitas de pollo asadas

Comenzaremos limpiando las alitas de pollo, para que no nos queden restos de plumones. Seguidamente, pelaremos dos dientes de ajo, y los picaremos en el mortero junto un puñadito de las hierbas aromáticas picaditas. Evitaremos añadir muchas hierbas, para que no le den un gusto amargo. Lo mezclaremos todo bien, añadiendo una cucharada de aceite de oliva.

A continuación, aliñaremos las alitas de pollo con este picadillo que hemos preparado, y las salpimentaremos. Dejaremos reposar así las alitas, durante dos horas, dentro de la nevera.

Seguidamente, picaremos la cebolla, cortaremos los tomates en trozos, y lo mezclaremos con los dientes de ajo enteros, sin quitarles la piel. A continuación, colocaremos estas verduras junto con el resto de las hierbas aromáticas sobre una placa de horno, y dispondremos encima las alitas de pollo, procurando que no se toque entre sí, para que queden bien asadas por todos los lados.

A continuación, añadiremos el resto del aceite por encima, y con el horno precalentado a 180° C, dejaremos que se nos hagan las alitas de pollo, durante cincuenta minutos.

Una vez transcurrido ese tiempo, sacaremos la placa del horno, y colocaremos las ciruelas y las pasas entre las alitas de pollo, para que se mezclen con la salsita de la cocción. Pondremos también los piñones por encima, para que cojan ligeramente color, y añadiremos el vino de Jerez por encima de las alitas. Dejaremos cocer todo nuevamente, durante diez minutos más, antes de retirar definitivamente la placa del horno, y servir las alitas de pollo con su acompañamiento, en platos individuales.